Ya esta echándose la noche encima de nuestras vidas.
Un día más muere sin su aliento cercano...
...sin su aliento, sin su ánimo ni compañía.
No obstante salgo triunfador
al frío y húmedo mundo
porque éste me pertenece.
Convencido que llegará el día
en que encontraré para él
la reina que lo merece.
Y mientras tanto...
disfruto de cada escama
que recorro por su espalda.
Bailando su zigzagueo,
busco la mirada…
y espero el encuentro.