Que te voy a decir a ti que me escuchas,
si me escuchas tienes interés
y al interés sólo le falta decisión.
Quiero que me escuches tú
que vives alejado del mundo.
Quiero despertar contigo en otro lugar,
donde ya no existan armaduras.
Ni las de lucha en la edad media,
ni las de lucha en el siglo 21.
¿De que te proteges?
Terremoto mental.
Revolución de pensamientos.
Apagados,
extinguidos como el fuego.
¿Es mejor así?
...Hallar un oasis en el desierto
Me sentía más vivo
en aquellos tiempos
Muerte cerebral
encauzado en la sociedad,
no es mejor así,
pues ahora me siento muerto.
¿Cómo vivir?
¿En qué soñar?
¿Cómo escapar de la realidad
sin eludir la responsabilidad?
Quizá ya sea tarde.
Quizá sea mi hora.
¡Pero cómo!
¡Acaso no soy yo
quien controla mi universo!
Mente perturbada.
Mente inquieta.
La cabeza me da vueltas
hasta que revienta.
Revienta, revienta
maldita cabeza
deja de dar vueltas,
déjame vivir en paz.
Doy vueltas
y veo puertas
nadie las abre
nadie las cierra.
Entonces me doy cuenta
soy yo el que tiene
que ir a abrir
de todas
las que yo quiera.
Como espero encontrarte
si estoy sin buscarte,
a ti que me regalaste el día
cuando era la noche la que vivía.
Entonces que hago yo,
un loco errante
sin salir de mi jaula
quiero encontrarte.
Pero no te veo.
Pero no te siento.
Jaula estúpida,
artificial...
Prisión interna
¡quiero salir ya!
Aunque la primera vez
convertí mi cuerpo en un ciclón.
No me he arrepentido
de tomar la decisión.
Pues desde que
a ti te conocí,
se me han quitado ya
las ganas de morir.
Fruto de la alquimia,
Fruto de la alquimia,
eliminas de mi mente
toda pesadilla.
Fruto de la alquimia,
Fruto de la alquimia,
eliminas de mi mente
toda pesadilla.
Sigo muerto,
porque no hago lo que quiero...
lo que pienso.
De que sirve pensar...
Acomodado en el sofá...
¡Si luego no hay esfuerzo
para cambiar lo que nos
consume por dentro!
Fruto de la alquimia,
es verdad, eliminas pesadillas.
Pero luego tu te vas,
y aca me quedo
yo solo con mi lamento.
Mente inquieta, la cabeza da vueltas.
Indecisiones,
es lo que me atormenta.
Brújula desimantada,
sólo puedo guiarme por el alma.
Paralizado, obsesionado y atascado
sin dejarme fluir como el agua,
entendiendo la naturaleza
y no cuestionarse nada.
Todos estamos muertos
porque todos somos las mismas,
no nos damos cuenta
porque vamos de viaje al infinito.
¿Qué es el infinito?
El infinito es el universo,
que un día fue un punto...
lo que seremos cuando nos hagamos
conscientes de nuestro destino.
Todos estamos locos
porque todos somos las mismas.
¡Por qué no nos haremos conscientes
de la cuenta atrás....
.... del 3,2,1!
¡Los números!,
lenguaje universal.
¡Las drogas!
la lanzadera espacial
al vuelo eterno
cuando se olvida aterrizar.
Cuando despiertes
serás consciente de tu muerte.
Cuando duermas
te creerás despierta.
Vuelve a la vida cuando quieras.
Vuelve a la vida cuando puedas.
Que se passe-t-il dans ma vie,
je suis perdu
je ne trouve pas mon truc,
donc qu'est-ce qu'il faut faire...
Chercher.
Chercher.
C'est pour Ça,
que je suis venu à Brest.
Pour trouver Ça,
que je ne sais pas ce que c'est.
Mais...
Chercher.
Chercher.
Donc, faut pas s'arrêter là.
Peut être demain il sera trop tard.
Et tous tes trucs sont passé devant toi.
Donc, réveille toi... mec.
Donc, réveille toi... belle.
Bouge toi, mec.
Grouille toi, belle.
Et viens avec moi pour...
Chercher.
Chercher.
Después de las tormentas siempre viene la calma, exactamente igual que después del día llega la noche. Aquí, en la calma absoluta teñida de azul verdoso y bajo el resplandor de los pocos rayos de sol que nos quedan, aún se puede contemplar a una muchacha intentando levantar una vela, y lo consigue. Se desliza suavemente como un pato en un estanque. Relajado, echo el ancla entre las rocas para no dejar escapar los pensamientos que circulan y convierto el espigón en una isla. Con la misma tranquilidad puedo observar cuerpos semidesnudos que seguramente se escandalizarían si los viese en sostén y bragas.
¡Pero si es lo mismo!
¡Cuanta hipocresía!
Pero así es el mundo, o te agarras a él y navegas bajo el timón del capitán o te quedas en la isla viendo pasar barcos.
Muchas veces dudo, muchas veces no sé que hacer. Muchas veces me quedaría en la isla esperando, amarrándome a cualquier otro barco con cualquier otro capitán que pasara frente a mi isla. Pero para ello ya están mis creadores, para aliviarme de cualquier duda, para decidir por mí en todo momento lo que es y no es correcto. Perezoso de mí, por no poner mis neuronas a ejercitar, me dejo llevar. Lo más fácil y lo que más me cuesta.
Yo quiero ser capitán, capitán de mi propio barco. Yo quiero ser capitán y luchar contra las tormentas, no quiero sentir como otro capitán me arrastra, intentando reparar el rumbo que fijo como remero rebelde.
Y continuo viendo cuerpos semidesnudos, desde mi isla, la que no se mueve. Aca me quedo porque me siento a salvo, contemplando sirenas y dispuesto a coger el timón cuando la marea crezca, y mientras tanto, contemplo sirenas cigarro adulterado en mano.